Una de las características de las actividades de
exploración, es que las propias manipulaciones que
los niños realizan sobre los objetos permiten que surjan nuevas perspectivas
que los enriquecen.
En esta oportunidad los niños de las salas de 3
años realizaron una experiencia de trasvasado de polenta con materiales de plástico que
utilizan en el juego dramático. De esta manera trabajan la coordinación muscular, la psicomotricidad fina y la autonomía personal.
El trasvasado es una actividad que estimula la concentración y la atención.
¡Lo hacen así!